Los Arcanos Mayores, compuestos por 22 cartas numeradas del 0 al 21, representan aspectos fundamentales de la experiencia humana. Desde el loco (el 0) hasta el mundo (el 21), estas cartas trazan un viaje simbólico que aborda los altibajos de la vida, la evolución personal y la búsqueda del autoconocimiento.

• El Loco (0): Este Arcano Mayor representa el principio del viaje, la inocencia, la espontaneidad y la búsqueda de lo desconocido. El Loco está dispuesto a aventurarse hacia lo nuevo sin miedo ni prejuicios, confiando en el universo y en su propio instinto.
• El Mago (I): Como el arquetipo del poder creativo y la manifestación, El Mago posee la habilidad de transformar la energía y materializar sus deseos. Representa el potencial ilimitado que reside dentro de cada individuo para crear su propia realidad.
• La Emperatriz (III): Este Arcano encarna la fertilidad, la abundancia y la conexión con la naturaleza. Es el principio femenino creativo que nutre y da vida a todas las cosas. La Emperatriz nos recuerda la importancia de honrar y respetar el mundo natural que nos sustenta.
• El Emperador (IV): Contraparte masculina de La Emperatriz, El Emperador simboliza el orden, la autoridad y el poder establecido. Representa la estructura y la estabilidad necesarias para construir y mantener sociedades y comunidades funcionales.
• El Sumo Sacerdote (V): Como guardián del conocimiento esotérico y la sabiduría interior, El Sumo Sacerdote nos invita a buscar la verdad más allá de lo evidente. Representa la conexión con lo divino y el camino hacia la iluminación espiritual.
• Los Enamorados (VI): Este Arcano mayor simboliza la elección y el dilema moral. Representa la necesidad de tomar decisiones fundamentales en la vida y la lucha entre el corazón y la mente.
• El Carro (VII): Como símbolo de la victoria y el triunfo, El Carro representa el éxito alcanzado a través del esfuerzo y la determinación. Nos recuerda que, con suficiente voluntad y dirección clara, podemos superar cualquier obstáculo en nuestro camino.
• La Justicia (VIII): Este Arcano encarna el equilibrio, la imparcialidad y las consecuencias naturales de nuestras acciones. Representa la necesidad de asumir la responsabilidad por nuestras decisiones y enfrentar las consecuencias, ya sean positivas o negativas.
• El Ermitaño (IX): Como buscador de la verdad interior, El Ermitaño nos invita a retirarnos del mundo exterior y buscar la sabiduría en la soledad y la introspección. Representa el proceso de autoconocimiento y el camino hacia la iluminación espiritual.
• La Rueda de la Fortuna (X): Este Arcano mayor simboliza el ciclo eterno de cambio y transformación. Representa la inevitabilidad del cambio en la vida y la importancia de adaptarse a las circunstancias en constante evolución.
• La Fuerza (XI): Contrariamente a lo que puede sugerir su nombre, La Fuerza representa el poder del amor, la compasión y la voluntad interior. Nos recuerda que la verdadera fortaleza proviene de la capacidad de dominar nuestros instintos y actuar con bondad y comprensión hacia nosotros mismos y los demás.
• El Colgado (XII): Como símbolo del sacrificio y la renuncia voluntaria, El Colgado nos invita a cambiar nuestra perspectiva y dejar ir lo que ya no nos sirve. Representa el proceso de rendirse y aceptar las cosas tal como son, en lugar de luchar contra la corriente.
• La Muerte (XIII): Aunque puede resultar intimidante, La Muerte simboliza el cambio inevitable y la transformación profunda. Representa el fin de un ciclo y el comienzo de algo nuevo y desconocido. En lugar de temerla, debemos aceptarla como parte natural del ciclo de la vida.
• La Templanza (XIV): Este Arcano mayor representa el equilibrio, la armonía y la integración de opuestos. Nos recuerda la importancia de encontrar un punto medio en nuestras vidas y cultivar la paz interior y la serenidad.
• El Diablo (XV): Como símbolo de la tentación y la adicción, El Diablo nos advierte sobre las fuerzas negativas que pueden esclavizar nuestra mente y espíritu. Nos insta a liberarnos de las cadenas autoimpuestas y recuperar nuestro poder interior.
• La Torre (XVI): Este Arcano mayor simboliza la destrucción y la crisis repentina. Representa la necesidad de derribar las estructuras viejas y obsoletas para dar paso a algo nuevo y revitalizado. Aunque puede ser doloroso en el momento, La Torre nos ofrece la oportunidad de reconstruirnos desde cero.
• La Estrella (XVII): Como símbolo de esperanza y renovación, La Estrella nos brinda inspiración y guía en momentos de oscuridad. Representa la fe en el futuro y la confianza en que, incluso en los momentos más difíciles, siempre hay luz al final del túnel.
• La Luna (XVIII): Este Arcano mayor representa la ilusión y el engaño. Nos recuerda que las cosas no siempre son lo que parecen y que debemos confiar en nuestra intuición para guiar nuestras decisiones. La Luna también simboliza el mundo de los sueños y la imaginación, invitándonos a explorar nuestra psique más profunda.
• El Sol (XIX): Contraparte luminosa de La Luna, El Sol representa la claridad, la alegría y la vitalidad. Nos recuerda la belleza y la abundancia que nos rodea y nos invita a celebrar la vida en toda su plenitud.
• El Juicio (XX): Este Arcano mayor simboliza la evaluación y la renovación. Representa el llamado a rendir cuentas por nuestras acciones y el proceso de liberación y perdón que conlleva. Nos recuerda que siempre hay una oportunidad para comenzar de nuevo y redimirnos.
• El Mundo (XXI): Como símbolo de la integración y la realización, El Mundo representa la culminación de un ciclo y la sensación de logro y plenitud. Nos recuerda que hemos alcanzado un estado de armonía y completitud y que estamos listos para comenzar un nuevo viaje hacia la autorrealización.